
5 verdades sobre la vivienda propia en Colombia 2025: el reto de los jóvenes
En Colombia, hablar de vivienda propia en 2025 se ha vuelto más un anhelo que una expectativa concreta, especialmente para quienes hoy tienen entre 20 y 35 años. La brecha entre ingresos, precios de vivienda y acceso a crédito ha creado una tormenta perfecta que hace que el sueño de tener techo propio parezca, para muchos, cada vez más lejano.
A continuación, exploramos cinco verdades duras, respaldadas por datos recientes, que explican por qué para los jóvenes colombianos, comprar vivienda hoy es una carrera cuesta arriba.
1. Más arriendos, menos propietarios: una tendencia que ya es mayoría
Por primera vez, hay más hogares arrendatarios que propietarios en Colombia. Según un informe de BBVA Research citado por El Espectador (mayo 2025), el 45,7% de los hogares colombianos viven en arriendo, mientras que solo el 40,2% son propietarios. Esta tendencia está creciendo, y lo preocupante es que muchos jóvenes ni siquiera contemplan la posibilidad de comprar: simplemente no entra en su horizonte financiero. Analizamos este fenómeno en detalle en el artículo sobre por qué cada vez más colombianos viven en arriendo, explorando tanto causas económicas como cambios en los estilos de vida urbanos.
2. Créditos imposibles: no es que no quieran, es que no pueden
El salario promedio en Colombia para jóvenes entre 20 y 30 años ronda los $1.500.000 a $2.000.000 mensuales, mientras que una vivienda VIS (de interés social) puede costar entre $135 millones y $174 millones (Fuente: Camacol, 2025). Aun con subsidios, el monto que queda por financiar suele superar la capacidad de endeudamiento de estos jóvenes.
Sumemos a eso que las tasas de interés aún no han regresado a los niveles prepandemia. Según Asobancaria (abril 2025), los créditos hipotecarios siguen con una tasa efectiva cercana al 15% anual para segmentos medios y bajos. En otras palabras: el crédito existe, pero no está al alcance de todos. En nuestra guía sobre qué crédito hipotecario conviene en 2025, explicamos cómo elegir entre las pocas opciones que aún son viables para los jóvenes.
3. Subsidios insuficientes y con alta incertidumbre
El programa Mi Casa Ya, uno de los pilares de acceso a vivienda en Colombia, ha enfrentado recortes, cambios de enfoque y retrasos en la entrega de subsidios. Aunque en 2025 el Gobierno anunció una ampliación y modernización del programa (Infobae, mayo 2025), la percepción es que el sistema sigue siendo lento y poco transparente. Las cifras de cobertura tampoco alcanzan: según La Nota Económica (abril 2025), el programa llega a menos del 20% de los hogares potencialmente beneficiarios.
En este contexto, muchas familias jóvenes se enfrentan al limbo: ni lo suficientemente pobres para subsidios completos, ni lo suficientemente solventes para créditos bancarios tradicionales. Si estás evaluando esta opción, no te pierdas nuestra explicación clara y actualizada sobre los subsidios para comprar casa en 2025.
4. Precios que suben, ingresos que no
Aunque el precio del metro cuadrado ha crecido a un ritmo inferior al de años anteriores, los salarios se han estancado o incluso disminuido en términos reales. Según el DANE, el IPC ha crecido un 9,2% en el último año, mientras que el salario mínimo subió solo un 6,2%. Esto significa que, en términos reales, los colombianos tienen menos poder adquisitivo que hace un año, lo que afecta directamente su capacidad de ahorro y de compra.
Por ejemplo, el precio promedio del metro cuadrado en una ciudad intermedia ya supera los $3 millones en proyectos VIS (Vivienda de Interés Social), mientras que en zonas urbanas principales puede duplicarse fácilmente. En cambio, un joven que gana dos salarios mínimos ($2.600.000 en 2025) apenas logra cubrir su arriendo, servicios y alimentación, sin posibilidad real de ahorrar una cuota inicial. Frente a este panorama, muchos se preguntan si es mejor construir o comprar vivienda en 2025, una pregunta válida en zonas rurales o en proyectos parcelados.
5. ¿Qué opciones reales tienen los jóvenes?
La respuesta corta: adaptarse a un modelo de vida distinto al de sus padres. Para muchos jóvenes, la vivienda propia en Colombia 2025 no es el próximo paso lógico después de graduarse o casarse, sino un proyecto a muy largo plazo, si es que alguna vez se alcanza. En su lugar, están surgiendo alternativas como:
- Vivienda VIS y programas de subsidios: Aunque tienen limitaciones, siguen siendo la mejor puerta de entrada al mercado inmobiliario formal. Estar al día con los requisitos de programas como Mi Casa Ya o los subsidios de cajas de compensación es clave.
- Comprar en conjunto (copropiedad): Varios jóvenes están explorando esquemas de compra compartida, especialmente entre parejas, hermanos o incluso amigos, con acuerdos claros de convivencia y propiedad.
- Adquirir lotes para autoconstrucción: Esta opción es especialmente viable en parcelaciones rurales o municipios cercanos a ciudades grandes, donde UYG Construcciones —por ejemplo— ofrece acompañamiento en el diseño y construcción de viviendas progresivas que se adaptan al presupuesto.
- Inversión a largo plazo: Algunos optan por comprar un terreno hoy, construir en etapas, o alquilarlo mientras valorizan, como forma de ingresar al mercado con un pie a la vez.
Pero también hay un llamado a la acción: el panorama actual no es solo un reflejo del mercado, sino también de políticas públicas que han priorizado la especulación inmobiliaria y la rentabilidad sobre el acceso equitativo. Es hora de replantear el modelo. Si quieres entender el contexto más amplio, no te pierdas nuestro análisis del panorama del sector construcción y arriendos en Colombia, donde conectamos todos estos temas en una visión integral.
¿Qué esperar de los próximos años?
Es probable que el acceso a vivienda propia en Colombia continúe siendo difícil para quienes no tienen apoyo familiar o patrimonial. Sin embargo, si se logran ajustes estructurales —como nuevos modelos de subsidio, reducción de tasas o acceso a crédito para trabajadores informales— el panorama podría mejorar hacia 2030.
Mientras tanto, muchas empresas del sector construcción están apostando por modelos más asequibles, viviendas en municipios intermedios y proyectos integrados con espacios comunes que priorizan calidad de vida.
Conclusión
La vivienda propia en Colombia 2025 sigue siendo un objetivo deseado, pero las condiciones económicas, sociales y políticas del país lo han vuelto cada vez más difícil, especialmente para los jóvenes. Si el país quiere reducir su déficit habitacional y garantizar estabilidad a las nuevas generaciones, se necesitan reformas estructurales, más que parches momentáneos.
Datos y estadísticas
Camacol – Cifras del sector: Información oficial sobre comportamiento del sector constructor.
Mi Casa Ya – Página oficial del programa: Información detallada sobre requisitos, montos y cómo aplicar.
- DANE – Estadísticas de vivienda: Datos de propiedad, construcción y arriendo.
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